jueves, 27 de diciembre de 2007

El Cambio Climático



1.-¿Qué es el cambio climático?


Se llama cambio climático a la variación global del clima de la Tierra. Es debido a causas naturales y también a la acción del hombre y se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etc. El término "efecto de invernadero" se refiere es la retención del calor del Sol en la atmósfera de la Tierra por parte de una capa de gases en la atmósfera. Sin ellos la vida tal como la conocemos no sería posible, ya que el planeta sería demasiado frío. Entre estos gases se encuentran el dióxido de carbono, el óxido nitroso y el metano, que son liberados por la industria, la agricultura y la combustión de combustibles fósiles. El mundo industrializado ha conseguido que la concentración de estos gases haya aumentado un 30% desde el siglo pasado, cuando, sin la actuación humana, la naturaleza se encargaba de equilibrar las emisiones.



2.-¿Por qué se produce?


El cambio climático ocurre por una exacerbada acción del efecto invernadero, resultado de un cambio en la composición química de la atmósfera, es decir, de la cantidad y variedad de algunos de los gases que la componen.
De manera natural, la atmósfera está compuesta en un 78.1% de nitrógeno, un 20.9% de oxígeno, y el restante 1% por otros gases, entre los que se encuentran el argón, el helio, y algunos gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono (0.035%), el metano (0.00015%), el óxido nitroso (0.0000016%) y el vapor de agua (0.7%).
Derivado de la actividad humana, una gran cantidad de gases han sido emitidos a la atmósfera, lo que ha cambiado ligeramente la composición de la misma. Como ejemplo se puede mencionar que la concentración de varios de los gases de efecto invernadero ha cambiado.
En los últimos trescientos años la cantidad de dióxido de carbono aumentó de 280 a 368 miligramos por metro cúbico (mg/m3 o partes por millón); la de metano, de 0.7 a 1.75 mg/m3 ; y la de óxido nitroso, de 0.27 a 0.316 mg/m3. Esto significa que, en volumen, ahora el dióxido de carbono es el 0.046% de la atmósfera en lugar del 0.035%; el metano ahora es el 0.00037% en lugar del 0.00015%, y el óxido nitroso es el 0.00000187% en vez del 0.0000016%.
Aunque estas concentraciones son muy pequeñas comparadas con las del oxígeno o el nitrógeno, el cambio en ellas realmente esta afectado al planeta.
Para comprender mejor el cambio climático, es entonces necesario saber lo que son el efecto invernadero y los gases de efecto invernadero.


2.1.- El efecto invernadero:


El efecto invernadero es un fenómeno atmosférico natural que permite mantener la temperatura del planeta al retener parte de la energía proveniente del Sol.

A largo plazo la Tierra debe liberar al espacio la misma cantidad de energía que absorbe del sol. La energía solar llega en forma de radiación de onda corta, parte de la cual es reflejada por la superficie terrestre y la atmósfera. Sin embargo, la mayor parte pasa directamente a través de la atmósfera para calentar la superficie de la Tierra. Ésta se desprende de dicha energía enviándola nuevamente al espacio en forma de radiación infrarroja, de onda larga.
El vapor de agua, el dióxido de carbono y los otros “gases de efecto invernadero” que existen en forma natural en la atmósfera, absorben gran parte de la radiación infrarroja ascendente que emite la Tierra, impidiendo que la energía pase directamente de la superficie terrestre al espacio. A su vez, procesos de acción recíproca (como la radiación, las corrientes de aire, la evaporación, la formación de nubes y las lluvias) transportan dicha energía a las capas altas de la atmósfera y de ahí se libera al espacio. Afortunadamente este proceso es muy lento e indirecto, ya que si la superficie de la Tierra pudiera irradiar libremente la energía, nuestro planeta sería un lugar frío y sin vida, tan desolado y estéril como Marte.
Al aumentar la capacidad de la atmósfera para. absorber la radiación infrarroja, las emisiones de gases de efecto invernadero alteran la forma en que el clima mantiene el equilibrio entre la energía incidente y la irradiada. De no registrarse ningún otro cambio adicional, la duplicación de la concentración de gases de efecto invernadero de larga vida proyectada para comienzos del próximo siglo reduciría en un 2 por ciento la proporción de energía que nuestro planeta emite al espacio. La energía no puede acumularse sin más: el clima deberá adaptarse de alguna manera para deshacerse de ese excedente, y si bien un 2 por ciento puede no parecer mucho, tomando a la Tierra en su conjunto, ello equivale a retener el contenido energético de 3 millones de toneladas de petróleo por minuto.
Los científicos señalan que estamos alterando el “motor” energético que acciona el sistema climático. Algo tiene que cambiar para atenuar el impacto.


3.- ¿Quién tiene la culpa?


Carece de sentido culpar a uno sólo. La responsabilidad es compartida y los países industrializados sin duda encabezan la lista. Soluciones hay, pero el costo de ellas no quiere ser cubierto por quienes la generan. Nuestro planeta seguirá en un curso de deterioro hasta que sea demasiado tarde para volver atrás.

4.- Cuáles son sus consecuencias?

Es muy difícil saber que pasará exactamente en el planeta si seguimos emitiendo grandes cantidades de GEI (gases de efecto invernadero).
Hay personas que creen que no pasará nada porque la naturaleza corregirá este error humano. Pero cada vez son menos los que creen esto. Hoy la mayoría de los científicos está de acuerdo en que el cambio climático es un problema real y que, si no hacemos algo para evitarlo, empezaremos a sufrir las consecuencias tarde o temprano. Algunas podríamos estar sintiéndolas ya...
Pero... ¿qué consecuencias son esas? Aquí te explicamos algunas de las más importantes.
Para empezar, como consecuencia de la elevación de la temperatura mundial, las reservas de agua dulce en estado sólido (polos y nieves constantes) se comenzarían a derretir. Si esto pasa, no sólo perderemos ecosistemas muy valiosos para la humanidad y reservas de agua que pueden ser cruciales en el futuro, sino que también comenzaremos a sufrir la siguiente consecuencia del cambio climático:
-La elevación del nivel del mar. Ya que el hielo que se va a derretir se extenderá sobre todos los océanos y mares del planeta. A esto debemos sumar que la temperatura del mar aumentará, provocando que se expanda y crezca en volumen.
¿Y qué tiene de grave esto?... bueno, si piensas en la gran cantidad de ciudades que se encuentran sobre las costas de los continentes te darás cuenta de que muchas de ellas se inundarán y sus habitantes deberán encontrar nuevos lugares para vivir.
Pero las inundaciones no se limitarán a las costas, también las habrá en otros sectores porque los científicos predicen que en ciertos lugares del planeta el cambio climático se manifestará aumentando la cantidad de lluvias. En otros, en contraste, lloverá cada vez menos, lo que llevará a sequías más frecuentes.
Otra de las consecuencias del cambio climático será de extinción de muchas
especies y ecosistemas. Ocurre que, las especies se encuentran íntimamente relacionadas con su entorno y un cambio en el clima local hará que algunos animales se trasladen a nuevos ecosistemas para intentar sobrevivir. Algunos lo lograrán y otros no...
Existen innumerables especies que no podrán moverse a ambientes más adecuados a sus necesidades y tal vez no logren sobrevivir en donde están. Imagínate ya que las plantas no pueden trasladarse y, suponiendo que sus semillas lleguen lejos, siempre serán menores las posibilidades de sobrevivir. Pero también están los insectos, los mamíferos inferiores, muchos reptiles, algunas aves...
Y todo esto va a afectar al hombre. Sabemos que nosotros dependemos del ambiente por lo que si nuestro planeta se ve tan degradado, nosotros sufriremos las consecuencias. Los países predicen hambre y enfermedades y no es ilógico pensar que eso pase porque con tanta inundación, sequía, extinción, etc. no va a haber mucho margen para los cultivos y la ganadería.
Bueno, como verás, cuando decíamos que la cosa era seria no estábamos exagerando. Por eso tenemos que tomar este problema con mucha responsabilidad y adoptar medidas en forma inmediata para que la situación no llegue nunca a los extremos que los científicos prevén.

Son muchas las cosas que como personas concienciadas del problema podemos hacer.
El informe de Naciones Unidas deja meridianamente claro que la responsabilidad humana en el calentamiento y el deterioro del planeta es apabullante. Es el hombre el que está destruyendo su propio hábitat. El gravísimo aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero, el calentamiento, la subida del nivel de los mares, son los caminos seguros para llegar muy pronto al desastre total, si antes, cuando todavía hay tiempo relativamente, no se toman decisiones muy drásticas que detengan esta locura. Las responsabilidades son de todos: de los Gobiernos, de las organizaciones internacionales, de los ciudadanos mismos, de los medios de comunicación, de las grandes y pequeñas empresas y corporaciones, de todo el mundo. Todos, pues, tenemos que implicarnos de lleno en la empresa de la salvación. Este sí que es un objetivo por el que vale la pena el esfuerzo universal y la aplicación de las terapéuticas adecuadas, por costosas, por molestas y por sacrificadas que sean. El discurso inaugural del presidente Jacques Chirac contiene muchos de los compromisos que tenemos que asumir. Manos a la obra, que nos lo estamos jugando todo.


Por ejemplo, la región mediterránea sufrirá el impacto del aumento de la temperatura, la escasez de agua y los incendios forestales. La región mediterránea es la más vulnerable de Europa a los efectos del cambio climático. Así lo establece un amplio estudio internacional que pronostica un fuerte ascenso de las temperaturas y un descenso de lluvias en las próximas décadas. La investigación revela que, en un cuadro de fuerte crecimiento económico y alto consumo de combustible fósil, como el actual, la península Ibérica llegaría a registrar un aumento de temperaturas de 4,4 grados. Asimismo el estudio, en el que han participado científicos españoles, pronostica que entre un 14% y un 38% de la población mediterránea vivirá en cuencas que tendrán grandes problemas de escasez de agua.
“Entre todas las regiones europeas, la mediterránea resulta la más vulnerable al cambio climático. Se prevén múltiples impactos potenciales, relacionados principalmente con el aumento de las temperaturas y la reducción de las precipitaciones”, explican los investigadores de un nuevo estudio, cuyos resultados se dan a conocer hoy en la revista Science. “Los impactos incluyen escasez de agua, aumento del riesgo de los incendios forestales, desplazamiento hacia el norte de la distribución de especies vegetales típicas y pérdida de potencial agrícola”, afirman los científicos.
En el futuro el cambio de las temperaturas en Europa varía regionalmente pero se aprecia una clara tendencia al calentamiento. El incremento medio, en la segunda mitad del siglo XXI, puede ser de 2,1 grados centígrados en el mejor de los casos y de 4,4 grados en el peor, con mayor calentamiento en las latitudes altas y cambios considerables en los patrones de precipitaciones. El sur de Europa, con España, registra en todos los casos menos lluvias, especialmente en verano.
El estudio parte de varias predicciones climáticas ya conocidas basadas en modelos, y aborda la influencia del calentamiento global en el continente europeo, considerando diferentes modelos de proyección hacia el futuro que tienen en cuenta los parámetros socio-económicos. En concreto, abarca los 15 países de la UE anteriores a la ampliación, más Noruega y Suiza, en tres plazos (2020, 2050 y 2080), respecto a 1990. Casi 40 investigadores de 15 instituciones europeas, incluidos tres españoles, han realizado el estudio, dirigido por Dagmar Schröter, del Instituto de Postdam de Investigación de Impacto del Clima, en Alemania.
Agua dulce
La disponibilidad de agua dulce, recalca el artículo de Science, afecta directa e indirectamente a la sociedad y a los ecosistemas. En Europa, el aumento de la población y de la intensidad del cambio climático supondrá que más gente vivirá en áreas con recursos hídricos ya críticos y se exacerbarán las deficiencias de agua en muchas áreas que ya están padeciendo el problema, advierten los investigadores. Esto será particularmente preocupante en España.
La tendencia que se desprende de los modelos indica que entre un 20% y un 38% de la población mediterránea (un 14% en el mejor escenario posible) vivirá en cuencas que tendrán menos recursos hídricos que ahora. La escasez de agua se verá agravada por la mayor demanda debida a la irrigación y al turismo.
Todos los escenarios analizados coinciden en predecir una reducción de las precipitaciones en España, particularmente en verano, y un aumento en la mayoría de las regiones septentrionales del continente.
“La idea [de la investigación] es ofrecer estos resultados para dar a conocer cómo evolucionarán los ecosistemas según lo que hagamos y hacia dónde los dirijamos”, explica Santi Sabaté, de la Universidad de Barcelona y uno de los españoles autores del estudio. “Hablamos de una proyección cara al futuro, nada de esto ha pasado todavía. Sabemos que la maquinaria ambiental tiene mucha inercia y esto siempre se tiene que tener en cuenta, pero podemos anticiparnos a problemas que pueden venir y, como mínimo, prepararnos y dar información útil para la toma de decisiones”.
Otras regiones europeas especialmente vulnerables, son las montañosas, donde el esplazamiento de las nieves hacia mayores alturas no sólo afectará radicalmente al turismo, sino que perturbará los regímenes fluviales. En los Alpes, la cota de nieve pasará de los 1.300 metros de altura actualmente a 1.500 ó 1.750 a finales del siglo XXI.
Los ecosistemas resultarán seriamente afectados por el calentamiento global. Schröter y sus colegas se han centrado en la distribución de más de 2.000 especies vegetales y animales en toda Europa y explican que las mediterráneas y las de montaña son “desproporcionadamente sensibles al cambio climático”. Por ejemplo, al centrarse en especies concretas, los investigadores prevén que decrecerá la presencia de cuatro árboles típicos del Mediterráneo: Quercus suber, Quercus ilex, Pinus halepensis y Pinus pinast

5.- ¿Cómo se puede evitar?

En los próximos 43 años es posible reducir globalmente las emisiones de dióxido de carbono (CO2) casi un 50%, garantizando el suministro energético y el desarrollo económico mundial. Lo dice el informe "Revolución energética global: Perspectiva mundial de la energía renovable", elaborado por el Consejo Europeo de Energía Renovable (EREC) y Greenpeace Internacional.
Las claves son las energías renovables y la eficiencia energética. Según el informe, que tiene en cuenta áreas de rápido crecimiento económico como China, India y África, las fuentes de energía “limpias” pueden abastecer la mitad de la demanda energética mundial para el año 2050. Es más, asegura que las energías renovables tienen potencial para poder suministrar cerca del 70% de la demanda global de electricidad.
"El mercado global para la energía renovable puede duplicarse hasta 2050, y lograr el mismo tamaño que el de la actual industria de los combustibles fósiles. El valor del mercado eólico y solar es de 38 mil millones de dólares y se duplica cada tres años, su crecimiento es semejante al de Internet o de la tecnología móvil. Por lo tanto pedimos a las personas que deciden en todo el mundo que hagan de esta visión una realidad. Las decisiones políticas que ahora se tomen determinarán la situación ambiental y económica del mundo para los próximos siglos. La energía renovable puede jugar un papel destacado en el futuro energético mundial y tendrá que hacerlo. No hay barreras técnicas pero sí las hay políticas para poder llevar a cabo este cambio", declaró Arthouros Zervos, presidente del EREC.

5.1.- El crecimiento económico:
Sven Teske, experto en energía de Greenpeace Internacional, señala que el mundo “está pidiendo a gritos un plan para afrontar el dilema de cómo obtener la energía que necesitamos, sin alimentar el cambio climático”. Bajo su punto de vista, ha quedado demostrado que el planeta puede y tiene energías renovables sólidas y seguras, que podemos lograr la eficiencia energética que necesitamos, y que podemos hacer todo esto mientras mantenemos el crecimiento económico global y al mismo tiempo eliminamos progresivamente las fuentes de energía peligrosas tales como el carbón y la nuclear.
Pero hay que darse prisa porque el tiempo se acaba. El informe advierte de que en la próxima década muchas de las centrales de generación eléctrica existentes en los países ricos llegarán al final de su vida útil y deben ser sustituidas, mientras que en los países en desarrollo se están construyendo rápidamente nuevas infraestructuras energéticas para satisfacer su crecimiento económico.
En España, un estudio elaborado por el Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la Universidad Pontificia de Comillas (Cantabria), concluye que el potencial de las energías renovables podría satisfacer 56 veces la demanda eléctrica de la Península en 2050. El ahorro y las renovables son la única receta real, sostenible y económicamente posible para combatir el cambio climático, asegurar el suministro energético y permitir el desarrollo de los más desfavorecidos, sostiene Raquel Montón, responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace.
El próximo mes de abril se presentará la segunda parte de este estudio, que explicará cómo podría funcionar el sistema eléctrico completamente con energías renovables, incluyendo un análisis de costes.

5.2.- El informe:
El informe ha sido realizado conjuntamente por especialistas del Instituto de Termodinámica Técnica del Centro Aeroespacial Alemán (DLR) y más de 30 científicos e ingenieros de universidades, institutos y de la industria de energía renovable alrededor del mundo. Proporciona el primer análisis global completo sobre energía que detalla cómo cambiar la organización del sistema energético global basándose en una evaluación regional para determinar el potencial de fuentes renovables, la eficiencia energética y la utilización de cogeneración descentralizada. El escenario de la [R]evolución Energética se compara con la evolución de los efectos de las emisiones de CO2 (y con ello el cambio climático) en el caso de mantenernos en un escenario de continuidad, proporcionado por la Asociación Internacional de la Energía (AIE) respecto a diez regiones del mundo, y utilizando las series de datos proporcionadas por los informes de Perspectiva Energética Mundial.


domingo, 16 de diciembre de 2007